Enucleación y evisceración: ¿Qué son y en qué se diferencian?

Cuando el ojo sufre un daño irreversible por trauma, enfermedad o infección severa, en algunos casos se hace necesario retirarlo quirúrgicamente. Las dos técnicas más comunes para lograrlo son la enucleación y evisceración. Aunque ambas tienen como objetivo preservar la salud y eliminar el dolor, sus diferencias son importantes y determinan el tipo de tratamiento posterior, como la colocación de una prótesis ocular personalizada.

En este artículo te explicamos en qué consisten la enucleación y evisceración, cuándo se indican enucleación y evisceración y qué esperar después de la cirugía.

¿Qué es la evisceración?

La evisceración ocular constituye una técnica quirúrgica alternativa a la enucleación que preserva la estructura esclerótica del ojo mientras remueve todo el contenido intraocular. Este procedimiento, desarrollado como opción menos invasiva, ofrece ventajas significativas en términos de tiempo quirúrgico, recuperación postoperatoria y resultados estéticos, convirtiéndose en la elección preferida para múltiples condiciones oculares que requieren intervención radical.

La evisceración representa un procedimiento quirúrgico que elimina completamente el contenido intraocular (cristalino, vítreo, retina, coroides y cuerpo ciliar) mientras conserva la esclerótica, que actúa como una cápsula natural. Esta técnica mantiene intactos los músculos extraoculares en sus inserciones originales, preservando así la arquitectura orbitaria natural y optimizando la movilidad posterior de la prótesis ocular.

Durante la intervención, el cirujano realiza una incisión circumcorneal, remueve meticulosamente todo el tejido intraocular y coloca un implante dentro de la cápsula esclerótica conservada. Posteriormente, cierra la esclerótica sobre el implante, creando una base sólida para la futura adaptación protésica.

Indicaciones más frecuentes para la evisceración:

Endoftalmitis crónica (infección grave del interior del ojo).
Dolor ocular ciego en ojos sin visión, pero sin riesgo oncológico.
Complicaciones quirúrgicas severas, donde se debe preservar la estructura externa del ojo.

También se coloca un implante orbitario y, una vez que la cavidad cicatriza adecuadamente, se realiza la adaptación de la prótesis ocular.

Procedimiento

Evisceración 1
Primer paso

Se realiza una peritomía circunferencial de 360° alrededor de la córnea para exponer adecuadamente la cavidad ocular.

Evisceración 2
Segundo paso

Se procede al vaciamiento del contenido intraocular, eliminando los tejidos internos del globo ocular mientras se preserva la esclera.

Evisceración 3
Tercer paso

Se selecciona y prepara un implante orbitario del tamaño y volumen adecuados para restaurar el volumen orbitario.

Evisceración 4
Cuarto paso

Se inserta cuidadosamente el implante orbitario dentro de la cavidad escleral previamente vaciada.

Evisceración 5
Quinto paso

Se realiza el cierre por planos, suturando primero la esclera y posteriormente la conjuntiva para asegurar el implante.

6
Resultado final

La cavidad anoftálmica queda restaurada con el implante orbitario y la prótesis ocular, logrando un resultado estético y funcional.

¿Qué es la enucleación?

La enucleación ocular representa uno de los procedimientos quirúrgicos más delicados en oftalmología, ya que implica la remoción completa del globo ocular manteniendo intactos los músculos extraoculares y la mayor cantidad posible de tejido orbitario. Este procedimiento, aunque inicialmente puede generar ansiedad en los pacientes, constituye frecuentemente la mejor opción terapéutica para preservar la salud general y abrir el camino hacia una rehabilitación protésica exitosa.

La enucleación consiste en la extirpación quirúrgica completa del ojo, conservando los músculos oculomotores, el tejido adiposo orbitario y las estructuras palpebrales. A diferencia de la evisceración, donde se preserva la esclerótica, la enucleación remueve todo el globo ocular, incluyendo esta capa externa.

Durante el procedimiento, el cirujano oftalmólogo secciona cuidadosamente el nervio óptico y los músculos extraoculares, posteriormente colocando un implante orbitario que mantendrá el volumen de la cavidad y proporcionará soporte para la futura prótesis ocular.

Principales indicaciones para una enucleación:

Después de la enucleación, se coloca un implante orbitario para conservar el volumen de la cavidad, lo que permitirá más adelante adaptar una prótesis ocular estética.

Tumores intraoculares malignos, como el melanoma uveal o la retinoblastoma.
Traumatismos oculares severos, donde el ojo queda irreparable y genera dolor crónico.
Infecciones graves no controladas, como la panftalmitis.

Procedimiento

Enucleación 1
Primer paso

Se realiza un disección de la  conjuntiva y cápsula de tendón  los 360°, permitiendo el acceso completo al globo ocular.

Enucleación y evisceración 2
Segundo paso

Se identifican los músculos extraoculares y se fijan con suturas a través de sus tendones para mantener su posición y control durante la intervención.

Enucleación 3
Tercer paso

Se seccionan las inserciones de los músculos extraoculares en el globo ocular, facilitando su separación total.

Enucleación 14
Cuarto paso

Se corta el nervio óptico junto con los tejidos posteriores, permitiendo la extracción completa del globo ocular.

Enucleación 5
Quinto paso

La cavidad anoftálmica queda lista, con los músculos extraoculares aislados, para la colocación del implante orbitario.

Enucleación 6
Sexto paso

Los músculos se suturan al implante orbitario, que ya ha sido colocado dentro de la cavidad anoftálmica.

Enucleación 7
Septimo paso

Se realiza el cierre por planos, suturando cuidadosamente la cápsula de Tenon y la conjuntiva.

Enucleación 8
Octavo paso

La cavidad anoftálmica ya contiene el implante orbitario y la prótesis ocular, restaurando la forma y volumen del ojo perdido.

Diferencias entre enucleación y evisceración

¿Cómo afecta a la prótesis ocular la Enucleación y Evisceración?


La movilidad puede ser ligeramente menor que con evisceración, aunque depende de la técnica y el tipo de implante. Puede requerir una rehabilitación protésica más cuidadosa para lograr un resultado estético óptimo. Sin embargo, sigue siendo completamente compatible con prótesis personalizadas de alta calidad.

Potenciales Complicaciones después de Enucleación y Evisceración

Expiación de implante orbitario

La exposición del implante orbitario es una de las complicaciones más relevantes tras una enucleación o evisceración ocular. Esta condición ocurre cuando los tejidos que recubren el implante —como la conjuntiva y la cápsula de Tenon— se adelgazan o se rompen, dejando parte del implante al descubierto. Esta exposición incrementa significativamente el riesgo de infección, inflamación crónica y eventual extrusión del implante.

Entre los factores que pueden predisponer a esta complicación se encuentran una mala vascularización del lecho quirúrgico, infecciones postoperatorias, fricción excesiva con la prótesis externa, cirugías previas o un implante de tamaño inadecuado.

El tratamiento depende del grado de exposición: en casos leves puede ser posible realizar una reparación quirúrgica mediante injertos de mucosa oral o conjuntiva. Sin embargo, cuando la exposición es extensa o hay signos de infección, se debe considerar la remoción del implante y su posterior reemplazo, idealmente acompañado de técnicas reconstructivas como el injerto dermograso para preservar el volumen y la funcionalidad estética de la cavidad orbitara.

Cambios de la cavidad anoftalmica post Enucleación

Después de una enucleación, la cavidad anoftálmica puede experimentar diversas alteraciones a mediano y largo plazo, entre las que se incluyen:

Pérdida de volumen: Tras la enucleación o evisceración, puede producirse una disminución del volumen interno de la cavidad ocular, lo que genera una apariencia hundida del ojo (enoftalmos) y asimetría facial. Esta pérdida puede afectar tanto el aspecto estético como la estabilidad de la prótesis ocular.
Cambios estructurales: Con el tiempo, la cavidad anoftálmica puede experimentar modificaciones en su forma y profundidad. Estas alteraciones pueden dificultar el adecuado ajuste de la prótesis ocular y afectar su movilidad y confort.
Retracción o cambios en los músculos extraoculares: La ausencia del globo ocular puede causar que los músculos extraoculares se retraigan, pierdan funcionalidad o se desplacen, lo que afecta directamente la movilidad de la prótesis y puede generar limitaciones estéticas y funcionales.
Pérdida de soporte del complejo elevador: Este complejo muscular es responsable de levantar el párpado superior. Su alteración o debilitamiento tras la cirugía puede provocar ptosis (caída del párpado), lo cual compromete la apertura del ojo y puede afectar tanto la visión como la apariencia del paciente.

¿Qué esperar después de una enucleación o evisceración?

Después de cualquiera de una estas intervenciones enucleación y evisceración, el paciente puede experimentar un proceso de adaptación física y emocional. Contar con el acompañamiento de profesionales especializados, tanto médicos como ocularistas, es clave para lograr una recuperación satisfactoria.

Prótesis ocular después de la cirugía

Tanto en la enucleación como en la evisceración, el siguiente paso es la colocación de una prótesis ocular personalizada, que permite recuperar la armonía estética facial, proteger la cavidad orbitaria y mantener el movimiento natural de los párpados. Ofrecemos un servicio completo que incluye:

Evaluación personalizada de la cavidad.
Diseño y personalización artesanal de la prótesis ocular.
Adaptación estética y funcional con seguimiento profesional.
Prótesis Ocular antes y después

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Si tú o un familiar se ha sometido a una enucleación o evisceración, estamos aquí para ayudarte. Nuestro equipo diseña y adapta prótesis oculares a medida, con un enfoque humano, profesional y comprometido con tu bienestar.

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José Rafael Botello M – Doctoralia.co

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